Miércoles, 01 Julio 2015 17:58

El programa 'Ciencia Clandestina' concluye rindiendo homenaje a los científicos represaliados

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Jorge Francisco Tello fue la mano derecha de Santiago Ramón y Cajal durante años. Llegó a dirigir el Instituto de Investigaciones Biológicas, pero en 1939 el régimen franquista le retiró de la dirección y le obligó a abandonar su cátedra. Fue uno de los miles de científicos represaliados por la Dictadura.

 

Jorge Francisco Tello fue la mano derecha de Santiago Ramón y Cajal durante años. Llegó a dirigir el Instituto de Investigaciones Biológicas, pero en 1939 el régimen franquista le retiró de la dirección y le obligó a abandonar su cátedra. Fue uno de los miles de científicos represaliados por la Dictadura.
Su figura fue recuperada ayer por el programa 'Ciencia clandestina' diseñado por la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación. En el muro que rodea la vieja cárcel de Córdoba, donde cientos de cordobeses fueron encarcelados por motivos políticos durante el Franquismo, el grafitero Coché Tomé reprodujo la figura del investigador zaragozano. La elección de este espacio, con el que se cierra el programa cofinanciado por la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT), fue consesuada con la Asociaciónde Vecinos 'Amanecer de Fátima', que desde hace años reclama el uso ciudadano el viejo edificio.
Su presidente, Francisco Bellido, se felicitaba ayer por la propuesta de la UCC+i de la Universidad de Córdoba: 'por fin damos un uso ciudadano al edificio, aunque haya tenido que ser en el exterior'.
El proyecto 'Ciencia clandestina' ha pretendido recuperar la figura de 6 investigadores que, por unos motivos u otros, fueron relegados a un segundo plano en la historia de la ciencia, a pesar de la relevancia científica de su trabajo.

Su figura fue recuperada ayer por el programa 'Ciencia clandestina' diseñado por la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación. En el muro que rodea la vieja cárcel de Córdoba, donde cientos de cordobeses fueron encarcelados por motivos políticos durante el Franquismo, el grafitero Coché Tomé reprodujo la figura del investigador zaragozano. La elección de este espacio, con el que se cierra el programa cofinanciado por la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT), fue consesuada con la Asociaciónde Vecinos 'Amanecer de Fátima', que desde hace años reclama el uso ciudadano el viejo edificio.


Su presidente, Francisco Bellido, se felicitaba ayer por la propuesta de la UCC+i de la Universidad de Córdoba: 'por fin damos un uso ciudadano al edificio, aunque haya tenido que ser en el exterior'.


El proyecto 'Ciencia clandestina' ha pretendido recuperar la figura de 6 investigadores que, por unos motivos u otros, fueron relegados a un segundo plano en la historia de la ciencia, a pesar de la relevancia científica de su trabajo.

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