Viernes, 19 de Diciembre de 2008 17:30

Alimentos con nuevas posibilidades gracias a la Gen�tica. Jose Ignacio Cubero y Teresa Millan, investigadores de la UCO, trabajan en nuevas variedades transg�nicas de leguminosas y cereales.

G.C. - C.M.
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Los transg�nicos u otros productos modificados gen�ticamente son todav�a vistos por la sociedad con recelo, aunque ya son una realidad. �ste es uno de los campos en los que trabajan los cient�ficos del Departamento de Gen�tica de la Universidad de C�rdoba Jos� Ignacio Cubero y Teresa Mill�n. Junto a su grupo de investigaci�n se han centrado en obtener nuevas variedades de leguminosas y de cereales con el uso de herramientas moleculares.

El mundo de los transg�nicos no es muy conocido por algunos sectores sociales y su desarrollo y uso es m�s lento de lo que a los cient�ficos les gustar�a. El equipo de trabajo del profesor cordob�s Jos� Ignacio Cubero defiende el empleo de la ingenier�a gen�tica como herramienta de trabajo para la agricultura andaluza.

En el campo de la mejora de leguminosas, el equipo de los profesores Cubero y Mill�n han desarrollado dos proyectos financiados por el Instituto Nacional de Investigaci�n y Tecnolog�a Agraria y Alimentaci�n y por la Comisi�n Interministerial de Ciencia y Tecnolog�a (ambos del Ministerio de Ciencia e Innovaci�n). En estos estudios, en los que ha participado la Universidad de C�rdoba junto al Instituto de Formaci�n Agraria y Pesquera de Andaluc�a (IFAPA), emplean una metodolog�a cl�sica para obtener nuevas variedades de garbanzo resistentes a las principales enfermedades de este cultivo, informa Teresa Mill�n, investigadora del departamento de Gen�tica de la Universidad de C�rdoba. (Fard�n, Krema, Cavir)

Estas patolog�as son la rabia, producida por el hongo Ascochyta rabiei y la fusariosis, ocasionada por el hongo Fusarium oxysporum. De este modo, al efectuar los cruzamientos para obtener nuevas variedades, tambi�n se tiene en cuenta la calidad de la semilla, ya que el garbanzo que demanda el mercado para consumo humano es el tipo blanco lechoso.

Adem�s hay que tener en cuenta que el proceso de selecci�n que conlleva la obtenci�n de nuevas variedades puede realizarse de un modo m�s eficiente mediante el empleo de marcadores moleculares estrechamente asociados a los caracteres de inter�s, procedimiento denominado Mejora Asistida por Marcadores (Marker Assisted Selection, MAS), se�ala la profesora Mill�n. En esta misma l�nea, desarrollan el mapa gen�tico de esta legumbre, para encontrar marcadores estrechamente asociados a caracteres agron�micos de inter�s. Con esta idea coincide el profesor de la Universidad de C�rdoba, quien sostiene que el trabajo que han realizado �ha sido mucho m�s cl�sico, sobre todo, en leguminosas�, pero s� que han utilizado instrumentos moleculares. �Son materiales aptos para cualquier agricultura, incluso la ecol�gica�, en la que se�ala que no han dejado de pensar, ya que han trabajado para que cultivos como el ma�z y la soja (casi todo lo que importa Espa�a es transg�nico, indica el profesor Cubero) sirvan para la agricultura ecol�gica.

Del mismo modo, asegura sentirse orgulloso de haber contribuido a que especies modestas, como habas, garbanzos y guisantes, entre otras, donde empezaron a trabajar de cero. �Est�n ahora en un muy buen nivel tanto para el uso agr�cola como para la investigaci�n�. Afirma que se han construido mapas gen�ticos (de las especies anteriores y rosas), dise�ado marcadores moleculares para que los utilicen empresas p�blicas y privadas e identificado y clonado genes de inter�s agron�mico. No se ha hecho transformaci�n con ellas, es decir, no se han obtenido variedades transg�nicas, pero est�n en situaci�n de poderse hacer cuando se quiera, espeta el experto.

En este �mbito tambi�n destaca la labor de recuperaci�n de leguminosas menores, aptas para tierras dif�ciles que nunca hab�an tenido a nadie trabajando en ellas, como alberjones, yeros, zulla y alguna otra. Adem�s, es clave el trabajo de obtenci�n de variedades y formas experimentales resistentes a las principales enfermedades de estas leguminosas, as� como sp�rrago, a trav�s de un proyecto financiado por la Comisi�n Interministerial de Ciencia y Tecnolog�a (CICYT), denominado Mantenimiento in vivo de la poblaci�n local de esp�rrago �Morado de Hu�tor� y prospecci�n y recolecci�n de poblaciones naturalizadas en la marisma del Guadalquivir.

Hoy en d�a se suele cultivar el esp�rrago Asparagus officinalis L., una especie hort�cola de gran importancia econ�mica, que procede tan s�lo de una variedad de poblaci�n holandesa, Purple Dutch. Esto supone un cuello de botella de la base gen�tica en esta especie cultivada. De esta forma, la utilizaci�n de la diversidad existente en las especies silvestres A. prostratus, A. maritimus, A. pseudoscaber y A. tenuifolius con el cultivo ser�a de valor potencial en la mejora de la especie cultivada, asegura la profesora cordobesa.

Dentro de la mejora de esta hortaliza, eval�an una poblaci�n local espa�ola de esp�rrago, denominada Morado de Hu�tor (cultivado en Hu�tor-T�jar, Granada), que supone un valioso recurso gen�tico. Esta poblaci�n ha sido recolectada y conservada in vivo en dos parcelas experimentales de C�rdoba.

Por �ltimo, este equipo cordob�s trabaja con rosas, construye el mapa gen�tico y dise�a marcadores destinados a la mejora gen�tica. A tal fin, los expertos de la UCO, junto a investigadores del IFAPA de C�rdoba, han ejecutado un programa de cruzamientos entre especies/l�neas diploides (con dos juegos de cromosomas) con variabilidad para caracteres de inter�s como la resistencia a enfermedades, ausencia de espinas, porte y color, tama�o y tipo de flor.

El objetivo final de la investigaci�n, indica Teresa Mill�n, es analizar poblaciones generadas en proyectos previos, derivadas de cruzamientos entre individuos hermanos con variabilidad para los caracteres mencionados. Estos datos permitir�n determinar la gen�tica de alguno de los caracteres descritos y desarrollar mapas gen�ticos para detectar marcadores moleculares estrechamente ligados al gen o genes implicados en su control. Por �ltimo, �queremos aprovechar nuestra experiencia con marcadores moleculares para elaborar un protocolo que permita la identificaci�n r�pida y consistente de variedades comerciales�.

RMF ( De " Andaluc�a investiga")
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